Cuando la vida es paso que seduce al tiempo
y el viento se estremece en la ventana
escuchando las voces de los pájaros…
Cuando el silencio juega con los sueños
y la tarde se aleja por el puente colgante
del intervalo que mueve sus caudales…
Cuando el musgo se abraza a las piedras
y la luz sonríe entre los verdes aterciopelados
que transmiten la esencia de las horas…
Cuando el otoño escribe versos tristes
y la lluvia crea la geometría de los charcos
para que la nube transite en sus espejos…
Es entonces que mi tristeza muere
escuchando el lenguaje de los ángeles.
©Julie Sopetrán